lunes, 12 de febrero de 2007

El árbol de los amigos

El siguiente texto es dedicado a todos aquellos amigos de mi vida, los que están, los que ya no, los que solo pasaron una vez, los virtules, a todos los que han dejado algo de sí en mí (nuevamente desconozco el autor, lo siento) :


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices,
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
mas otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,
que nos muestra lo que es la vida.
Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas
a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
Son sinceros, son verdaderos.
Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima
y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos
de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrán de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

4 comentarios:

Nerim dijo...

Precioso post Carolina, muy bonito y emotivo. Una vez leí o escuché a alguien, la verdad ,no recuerdo a quien, que la amistad es una responsabilidad ética.
Pues por la parte de responsabilidad que me toca, estoy encantada de que te cruzaras en mi camino.
Un beso

Liz Hopps dijo...

En realidad tengo tan pocos amgios que en vez de un árbol creo que tendría una "margarita de amigos" donde cada uno sería un pétalo...y me gusta asi...me gusta que mis amigos sean reales y no simples conocidos que se autodenominan amigos y te abandona n a la primera de cambio...aun así sigo ofreciendo mi amistad porque creo que es una de las cosa que puedo brindar y porque soy así un poco idealista y tonta...siempre pensando que todos son buenos y no tienen maldad....y aun cuando me caiga mil veces no importa porque siempre habré ayudado en algo a ese "alguien" que fue rudo o descortes y con eso me doy por satisfecha...un beso

Sandra Figueroa dijo...

Hola Carolina, hermoso post.me encanto. La amistad es algo bello que debemos conservar quienes sabemos el valor de una amistad, porque no todo aquel que se dice amigo lo es, pero hay muchos amigos en el camino que llegaran a nuestras vidas por algun proposito. Me hizo refleccionar ese post. Muy lindo Carolina. saludos

Carolina dijo...

Nerim, Elizabetha, Poetiza:

Agradezco su amistad!