martes, 27 de febrero de 2007

Hombres despechados


Les transcribo un atículo que me llamó mucho la atención, está escrito por el señor Luis Buero, periodista y psicólogo clínico. El artículo original aquí. Quisiera que cada quien se forme su propia opinión y mela hagan saber, por el momento prefiero no decirles lo que pienso...

Un cuento del escritor Fabián Donnini hace referencia a un señor que luego de varios años de haber sido abandonado por su novia, vuelve a reencontrarse con ella. El personaje la describe acostada y desnuda, deteniéndose en detalles que nota diferentes con relación a la imagen que había guardado de su amada, y no tiene en claro si la distorsión que percibe es por el paso del tiempo o por el sufrimiento que el recuerdo del abandono sigue provocando en su mirada. Al final del relato, nos enteramos que este hombre es, en el presente, un médico forense, y que el cuerpo de su ex mujer le ha “llegado” de casualidad como un cadáver más, para que él le haga una autopsia de rutina.

Esta historia refleja la bronca que causa a todo hombre ser dejado por su amada, de la noche a la mañana. A mí, y a muchos, nos ha pasado alguna vez. Hablo de vínculos en los que ella diariamente nos susurra un sonriente “te amo, te amo”, pero de pronto cambia el mensaje grabado por “no sé que me pasa”, y dos semanas después parte para no volver más.

Somos hombres despechados porque cuando un Romeo ama, invierte en Julieta todas sus ilusiones, proyectos, energía sexual y dinero; así lo dice Serrat: “son todos tuyos mis compañeros de antes: mi perro, mi escalextric y mis amantes”.

Pero, por sobre todas las cosas, Adán enamorado pone una gran porción del amor a sí mismo en Eva. La elige como su ideal del yo. Claro que, estas relaciones en las que él permanentemente da y ella sólo recibe, terminan con la huida de la mujer, cuando ella comprueba que todo lo que él tenía para proveerle, ya se lo entregó.

Mi noche triste, el tango de Pascual Contursi, podría ser el ejemplo de que ya en 1916 las entonces “sometidas” minas nos dejaban con la guitarra colgada en el ropero. Hoy, Maná, con su Mariposa traicionera, Alejandro Lerner, convencido que después de ella no hay nada; Los Pericos, aturdidos al despertar, y los hermanos Calamaro, pidiéndole a la pérfida que “no me nombres”, son portavoces de esta sensación de haber sembrado en el desierto.

La vida puede depararnos:

1) la mujer experta en el arte de usar y dejar, que nos devuelve a la góndola de su supermercado mental de hombres, como si tuviéramos fecha de vencimiento, ó

2) la que nunca se fue de su casa natal y todo lo que vive es un ‘‘como si fuera adulta’’, hasta que escucha el llamado de papá y mamá y decide volver a su cuna.

¿Cómo sobrevivir y no sentirnos siempre despechados, eternos perros lamiéndose la herida? La solución no es dejar de dar sino preguntarnos en el momento en el que más la amamos: “¿me puedo separar de esta mujer y seguir viviendo?” Si la respuesta es no, es hora de empezar a trabajar en nuestro interior, su ausencia, justo cuando aún nos sonríe, sabiendo que esa mano que hoy nos acaricia el rostro mientras desayunamos, tal vez mañana, inexplicablemente, estará subiéndose a un taxi con sus maletas, diciéndonos adiós para siempre.

5 comentarios:

princess olie dijo...

Pienso que esta clase de rupturas, de usar y aprovechar, de pedir y de dar, son propias de las relaciones humanas, no sólo de las uniones sentimentales, ni menos, exclusivas de las mujeres.

A mi ex marido le di tanto que se acostumbró a usarme. Por eso la relación se terminó. Sólo un poco de generosidad hubiera bastado para envejecer juntos.

Buen post.

olie

Anónimo dijo...

PERO SI LOS HOMBRES NO SOMOS DESPECHADOS, SIMPLEMENTE NO NOS GUSTA ACEPTAR QUE YA NO TENEMOS A ESE ALGUIEN A NUESTRO LADO O MEJOR DICHO, QUE VINO UN LADRON Y SE LA LLEVO. PERO YO TE PÚEDO DECIR QUE AUNQUE ESTES CON ALGUIEN MAS SE QUE AUN PIENSAS EN MI, POR ESO NO ME CONSIDERO UN HOMBRE DESPECHADO...SIMPLEMENTE EL TIEMPO LO DECIDE TODO...UN BESO.

Helen-Tan sólo mírame... dijo...

También nos ha sucedido a las mujeres, así que hombres no se quejen! la separación siempre será dolorosa, pero los buenos recuerdos ayudarán a que la herida vaya sanando y que todos esos recuerdos se almacenen en el cajón de los recuerdos, como algo bello, sin perder la esperanza de que llegará la persona "indicada" para cada uno de nosotros. Besitos Caro!

Shinta Yagami dijo...

jjaj este blog es curioso XD, es cierto somos horgullosos, no lo aceptamos, pero tambien sentimos y nos dejand despechados, aunque hay que verlo de forma subjetiva, el articulo halba de mujeres que toman y dejan, pero tambien habla de hombres que DAN Y NO PIDEN, y si para ambos lados hay catorrazos, me parecio interesante y curiosa toda las canciones que puso el autor, en fin, todos tenemos cola que nos pisen por eso es molesto el Sexismo

David Cotos dijo...

Me hizo reflexionar.